¡Bienvenidos a Fever On Habbo!
Mi vida en Habbo
Siempre que quieran pueden contactarme y agregarme como amigo para pasar el rato.
Vayamos un poco a mi historia en habbo. Siempre fui amante de los juegos MMO, sin embargo, tenía dudas si eran a cobrar o no. No fue hasta que, en el 2009, una amiga me introdujo a habbo creándome una cuenta rápida de la cual no recuerdo ni el nombre. Solo sé que unos meses después, llegado en 2010, me creé mi personaje oficial que uso hasta hoy el día: Sobreayudante (nombre predeterminado que me puso el hotel).
No entendía mucho, tuvo que pasar un año, después del mundial, para que empezase a investigar a fondo el hotel y hacerme amigos. Nunca me habían interesado los objetos o los créditos, siempre los rechazada y continuaba normal (no le veía la gracia de comprar un hc). Mis salas favoritas eran la Calle 13 de un tal David y las salas de sillas locas, un juego que extrañamente sigue funcionando hoy en día. Fue impresionante la evolución de Habbo cuando llegó el VIP y todos nos preguntábamos si el HC iba a quedar en el pasado. Ver a alguien con VIP era admirarlo y arrodillarse delante de él, ya que el precio era diferente entre HC y VIP y era notable.
Nunca olvidaré las salas oficiales que no estaban hechas con furnis y que estaban como una sola gran cosa, recuerdo donde estaban las computadoras y recuerdo algo de el habbo lio o nido o algo así, done había una gran piscina. También recuerdo las camas gratis donde encontré a un tipo que me agregó haciendo cosas no necesariamente limpias. Recuerdo los pixeles, la antigua moneda reemplazada por duckets ¿¡qué pensaban al quitar los pobres pixeles!?
También me uní a roles, después compré el VIP y hoy en día soy Habbo alfa (por lo menos en al fecha en la que se publicó esto me faltaban 12 días para el guardián). Habbo se transformó en un mundo ilimitado para disfrutar que, si bien todo pasa en un solo hotel, nunca se sabe lo que se puede descubrir.
La vida de pixel es una de las mejores, en la que no importa quién seas en la vida real, solo importa en quién quieres convertirte y en lo que quisieras ser sin necesidad de serlo.
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